domingo, 15 de noviembre de 2015

maraton donostia semana -4: definitivamente un mal día

He esperado para colgar el blog, pues en mi interior reinaba un sentimiento de frustración del que he ido rehaciéndome poco a poco. El pasado finde competí en Avilés con el sano objetivo de apuntalar mi preparación y acercarme a la barrera óptima de la 1h32m que me pedía el plan. 
El lugar, ya conocido por mí, realmente fantástico para correr y una ciudad acogedora de la que guardo  buenos recuerdos. Me acerqué allí con mi mujer buscando la paz y reeditar las fantásticas prestaciones del año pasado donde hice mi mejor marca. Pero algo me decía que las cosas no iban a salir bien. De entrada dormí muy mal probablemente por la mala combinación de calor y aire acondicionado mal colocado. Luego decidí suplementar mi desayuno con una suplemento energético que me sentó como una patada al estómago y luego el calor en carrera, ciertamente asfixiante, sobre 25 ºC me acabó de destrozar.






Ya de entrada cambié sobre la marcha mi plan decidiendo ir a 1h35 sin más, dados los contratiempos, pero tras un esperanzador paso por el km 5 (22,39) todo se vino abajo. Tuve mal cuerpo durante el resto de carrera, al borde del abandono y decidí unilateralmente levantar el pie y conformarme con un "entreno" sin más. Claro la sensación de ver como te pasan todos es muy dura, pero hay veces en que no queda otra pues de lo contrario el riesgo es muy grande.




Al final 1h43´39´´mal sin paliativos. Lo único destacable el no haberme castigado demasiado lo cual me confirmó la fisio al día siguiente. Aunque cuando llegué a casa y vi el desastre de la Behobia con un muerto y 5 heridos graves, empecé a pensar que a veces es bueno conocerse a uno mismo y saber donde está el límite,....


"la tentación es simplemente abandonar,...el dolor físico se supera, lo difícil es superar el impacto anímico. Tienes que secarte las lágrimas y seguir hacia adelante"

Helen jenkins Triatleta

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